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Alejado de los circuitos gastronómicos habituales, pero cercano a muchas plazas del sur de Madrid, visitamos “La Suite del Lago”, en Pinto. Lugar habitual de celebraciones familiares, cuenta también con la confianza de un público de la zona que busca calidad y confort sin desplazarse a la capital. Esta vez probamos su menú ejecutivo (por 25€), que incluía entre los entrantes una “Ensalada con tartar de salmón” o unos “Raviolis con champiñones y trufa” de estupendo sabor.

En plena calle Jorge Juan, el "Grupo Sagardi" ha abierto un nuevo restaurante especializado en cocina catalana y arroces. Magnífico su interiorismo, que recuerda al de pueblos pesqueros de Girona, así como la zona vista donde cocinan los arroces con fuego de leña. En esta ocasión comenzamos con una “Tortilla jugosa con romescada de gambas” muy recomendable, y unas “Navajitas del Delta del Ebro” correctas aunque a precio elevado (22€). Además, cuentan con guisos y parrilla de pescados y carnes.

Este bar de tapas, que adquirió gran fama en Vitoria con varios pinchos finalistas en distintos concursos, actualmente ha dado el salto a Madrid con 3 locales en Narváez, Chamberí y Corazón de María. El chef Josean Merino es el creador de esta taberna, con algunos de sus imprescindibles (al menos a probar) como el “Pintxo de tartar de vaca y anguila ahumada con inyección de su jugo” (rico y divertido con la “vacuna” para introducir el caldo) o el “Donut de cocido vasco en dos vuelcos” (demasiado dulce para nuestro gusto).

Uno de los pocos restaurantes especializados en cocina catalana de Madrid. Los también dueños de “Huerta y Caldero” (junto al Retiro), ofrecen en este local frente a la Basílica de Atocha una buena representación de platos típicos de Lérida. En carta, ricos entrantes como los “Pulpitos guisados con setas”, los clásicos “Caracoles a la llauma” o la “Escalivada”, y fueras de carta como los “Espárragos con carabineros”.

Álvaro Castellanos e Iván Morales abrieron Arzábal en 2009, en un pequeño local junto al actual de Retiro. Con una oferta de cocina de mercado con toque desenfadado pero en un local elegante, consiguieron abrirse paso en Madrid hasta el gran grupo que son ahora. En la actualidad cuentan con este gran local (ampliado) en el barrio de Ibiza, con una espectacular terraza junto al Museo Reina Sofía y un puesto en el Mercado de San Miguel. Además, hasta 5 líneas distintas de Delivery. Y entre medias, recordamos con especial cariño su división japonesa que fraguó en el estupendo “A de Kirikata”, que acabó por permanecer s…

El grupo “Carbón Negro” (Umo, A Brasa, Castizo...) está detrás de este estupendo restaurante con ambiente de moda -estilo Londres o Nueva York- pero que no por ello deja atrás la calidad de su propuesta gastronómica (al frente, el chef Hugo Muñoz). Una gran sala con terraza, música alta, dj, atractivo interiorismo, ambiente animado, ricos cócteles (a cargo de Carlos Moreno) y una carta versátil y muy apetecible, cuyo hilo principal son las brasas.

Ubicado en el bulevar de Sáinz de Baranda, junto al parque del Retiro, cuenta con una terraza y una sala interior decorada con motivos viajeros, así como un mural que muestra una línea ferroviaria cuyas paradas son los principales viajes realizados por los dueños. “Mortadela trufada”, “Ensaladilla rusa El Talgo” y “Tosta de salmó…

Cocina de autor, repleta de buenos contrapuntos de sabores en cada plato; así como con sala y servicio cuidado. Su propuesta se basa únicamente en dos Menús (40€ el de 7 pases; 70€ el de 12), que varían en función del mercado, e intentando mantener siempre un compromiso sostenible (tanto en el terreno de la comida/ productores como en el de los vinos).

Este conocido restaurante de la sierra de Madrid lleva en pie más de 40 años ofreciendo una carta clásica y un buen servicio de sala. En esta ocasión probamos de entrante sus famosas “Gambas blancas a la plancha” -en nuestra opinión con demasiada sal-, sus “Minicroquetas de boletus y trufa blanca” (el aceite de trufa imperaba en la bechamel) y unas buenas “Almejas a la plancha”. De principales, unas “Chuletillas de lechal” (con una ajada aceitosa que no permitía saborear la carne) y un “Solomillo a la plancha” (carne tierna pero plana de sabor).