Enfocado en el famoso plato madrileño, este restaurante que integra comedor y cocina en un mismo espacio -pequeño pero muy acogedor-, prepara con mimo su menú “El cocido de Carmen”.
El matrimonio Pedraza (conocido por su taberna que lleva el mismo nombre y se encuentra justo al lado), decidió abrir este local en el año 2016 para hacerse un hueco en el Olimpo de los restaurantes que se dedican al cocido.
El menú consta de unos ricos aperitivos (“Mejillones en escabeche” y melosísima “Croqueta de cocido”); el primer vuelco (“Sopa de cocido desgrasada, con Pelota, Piparras y Cebolleta” con sabor muy intenso); el segundo vuelco (“Garbanzos Pedrosillanos con Patata, Zanahoria y Repollo Rehogado”: verduras en punto perfecto de cocción); y finalizan con el tercer vuelco de las carnes (“Morcillo de Vaca Vieja, Pollo de Corral, Tocino y Panceta de Iberico Puro, Morcilla y Chorizo de Beasain, Huesos fe Caña y Jamón Ibérico de Bellota”: ricas en general, aunque el pollo algo seco).
Por último, y si aún tienes hueco para endulzarte, puedes probar fuera del menú algunos de sus postres (buenos helados, aunque la tarta de hojaldre de manzana, por ejemplo, resultó algo seca y empalagosa).
En definitiva, sitio muy original -con mención especial a su decoración- en el que puedes, si te gusta el cocido (31€ por persona), disfrutar de uno de categoría.