El matrimonio compuesto por Santiago Pedraza y Carmen Carro, dueños de esta taberna, no duda en buscar los mejores proveedores y productos por toda España para que en su restaurante prime una excelente materia prima, con sabor y calidad.
Tras haber ganado fama en sus dos locales de la calle Ibiza: por un lado con la originaria Taberna Pedraza en el que la “Tortilla de Betanzos” era la máxima protagonista (de hecho mostraban las tortillas despachadas en tiempo real con un contador: 44.744 durante nuestra visita) y, por otro, con “El Cocido de Carmen” en el local contiguo, recientemente se han mudado a la calle Recoletos.
Este nuevo y cuidado espacio se divide en una barra, mesas sin mantel más informales a la entrada (donde no es necesario reservar), con estética moderna de ladrillo visto, y tres salones contiguos en los que sirven tanto la carta de la antigua Taberna Pedraza como el cocido de Carmen.
En esta ocasión, para comer comenzamos con una “Croqueta cremosa de jamón de bellota, 100% ibérico puro”: melosa, suave, buenísima. Seguimos con unos “Guisantes de Llavaneras”, simplemente pelados y con un ligero toque de parrilla. Puro sabor virgen.
Como principal: “Pluma de bellota, 100% ibérico puro, con guarnición”. Excelente producto muy desgrasado y fino, con buen contrapunto en el toque avinagrado del acompañamiento. Y dejamos las magníficas carnes a la parrilla, de Cárnicas Lyo, para nuestra próxima visita.
De postre, un imprescindible: “Quesada tradicional pasiega”. Espectacular.
Asimismo, en carta también incluyen parte de la propuesta de platos catalanes que ofrecían en el local de “Carmen Casa de Cocidos” durante las noches.
En suma, muy buena elección: cocina de mercado, temporada y producto excelso, que invita a volver ya que todos sus platos son muy apetecibles y están perfectamente ejecutados.
