Cuando lo escuchamos por primera vez no nos lo creíamos: ¿un olivar en pleno centro de Madrid? ¿Poder cenar en el campo, con el silencio de la naturaleza, a 3 minutos de la Castellana?

Pues sí, de eso trata esta mágica terraza veraniega que Estrella Damm y el grupo de cátering El Escondite han ideado en el espacio que tiene la Fundación Ramón Menéndez Pidal a dos pasos del Hotel NH Eurobuilding.

Un auténtico oasis en plena vorágine de la capital, donde atraviesas los muros de la puerta de entrada y te trasladas a caminos de tierra, olivos, sonidos de pájaros y sorpresas, ya que según avanzas por el camino descubres un bar, una casa señorial con clásicos muros blancos y, finalmente, el restaurante en sí, que en realidad son unas cuantas mesas y sillas dispuestas en pleno campo, iluminadas por bombillas que recuerdan a las de las fiestas de los pueblos, pero con mucho encanto.

En cuanta a la comida, y teniendo en cuenta que allí no cocinan nada en directo, resuelven bastante bien con un servicio muy agradable y dispuesto y una carta solvente.

Nosotros elegimos unas “Gyozas al vapor” (de verduras y gambas), bastante decentes; unas “Milanesitas de pollo crujientes sweet and chili”, tiernas; y un “Pan bao de rabo de toro”, rico.

Asimismo, cuentan con jamón, queso y pantumaca, con nachos o con tacos.

Un mix de cocina internacional que acompaña bastante bien al entorno, que en este caso es lo que realmente tiene atractivo.

Maravilloso también el disfrutar de una copa post-cena y del paseo de vuelta entre el oscuro olivar hasta resurgir en el “mundanal ruido” de la ciudad.

Terraza imprescindible, por tanto, y que recomendamos encarecidamente por lo original de su propuesta, con la que han conseguido crear un espacio único.

• Restaurante: Olivar de Castillejo
• Dirección: Calle Menéndez Pidal, 3 bis, 28036 Madrid