Concepto de bar completamente innovador y único, famoso por la obligatoria cola que hay que hacer (no admiten reserva) para poder comer/ cenar.
En este pequeño local, regentado por unos jóvenes cocineros “sin pelos en la lengua” que ejercen también de camareros, se degustan algunos de los platos más rompedores y sabrosos que existen ahora mismo en España (cocina fusión asiático-mediterránea).
De algunas de nuestras visitas destacamos: “Mochi de morteruelo”, “Temaki de erizo”, “Caracoles”, “Curry de ancas de rana”, “Lamprea guisada”, así como originales dumplings, baos (impresionante el “Bao negro con tinta de calamar”), nigiris y otras creaciones que van cambiando a lo largo de los meses.
A pesar de las incomodidades del local (sin reservas, comida en barra…) y del precio elevado, es un sitio al que se va a disfrutar, a comer con las manos (como bien sugieren ellos: “así sabe mejor”) y a que te sorprendan (ellos van sacando platos, de acuerdo a tus gustos, hasta que dices “basta”).
Asimismo, realizan un buen maridaje con espumosos, blancos, vermuts, tintos, generosos y sidras.
