Esta marisquería acaba de cumplir 60 años ofreciendo un producto de categoría a las puertas del Retiro.
Servicio muy profesional y atento, un salón clásico y una buena barra (con carta más moderada de precios y con mentalidad de medias raciones / tapas) le han permitido mantener un nivel altísimo que le convierte, no solo en una marisquería, sino en un restaurante de cocina de mercado de los pies a la cabeza.
En nuestras últimas visitas hemos probado la famosa “Ensaladilla rusa con ventresca de bonito” (que podría ir sin ninguna duda al podio de Madrid): suavísima, blanca y con una mayonesa perfecta; el “Erizo con salsa ponzu” -con sabor a mar increíble-, el tradicional “Salpicón de langostino y carabinero”, el “Pulpo a la plancha, crema de patata y aceite de ajo y pimentón” (sabor a brasa buenísimo) y los “Filetes de Lenguado a la madrileña” (lomos completamente limpios con salsa hecha con jugo de carne y limón).
Asimismo, en la carta se encuentran otros pescados y carnes muy apetecibles, así como una decena de sugerencias del día y marisco al peso.
En definitiva, buenísima opción para comer de calidad. Avisamos que si añades platos de marisco el ticket medio se dispara.
