Los dueños del Grupo La Ancha han dado en el clavo con este restaurante que, tras su éxito en la capital, acaba de abrir en Barcelona. Le caracteriza su estilo nórdico, un ambiente animado (con música en directo al final de la noche) y una carta que cambia con frecuencia.
Y aunque sus chefs, Nino Redruello y Patxi Zumarraga, buscan el punto moderno en cada plato, en nuestra opinión no siempre consiguen estar equilibrados (por ejemplo en el “Tartar de atún rojo, celeri y brote de acedera” cuya salsa tapa el resto de sabores, o la “Dorada, almendra y uva tinta” eclipsada con tanta especia).
Algunas otras combinaciones tampoco acaban de convencernos pese a su fama: “Tortilla de ortiguillas”, “Tarta de queso” (excesivo sabor a queso azul) o la “Espuma de chocolate” (¿dónde dejasteis el maravilloso Coulant que elaborábais en vuestros inicios?).
Sin embargo, la “Ensalada de burrata, trucha y boniato” o el “Steak tartar de vaca” dieron muy buen resultado.
En conclusión, comida con altibajos y servicio algo desorganizado (sobre todo en los cambios de turnos), pero con un ambiente estupendo, ideal para disfrutar de los licores que maceran ellos mismos con distintos productos.
