Agradable sorpresa la de este baratísimo restaurante asiático en el que, en un local muy modesto donde ni siquiera hay opción de reserva, se pueden probar dumplings (hechos al momento) así como noodles de buenas calidades y gran sabor.

En su web explican que el “Dim sum” es un término usado en China para denominar “pequeños platos de comida usados como aperitivos, que se pueden cocinar fritos o al vapor, entre otros métodos”. Asimismo, aclaran que deben acompañarse con té, algo a lo que estamos poco acostumbrados.

En nuestro caso decidimos acompañarlos con algunas de las múltiples cervezas asiáticas de las que disponen.

Comenzamos con una “Sopa de Wantun” (buenísima: rico el caldo y con pequeños dumplings de carne en ella) y unos “Rollos vegetales” (siendo este el peor plato que probamos: con excesivo frito y relleno no demasiado fresco). Este plato nos ayuda a advertir que la carta puede tener altibajos en ciertos productos.

Llegó luego el turno de los Dumplings (pequeñas empanadillas de vapor), esta vez sí, todas muy ricas: “Hakao” y “Shumai” ambos de langostinos; y “Pato con boletus”.

Y para finalizar unos finísimos y estupendos “Fideos de arroz al estilo Singapur”.

También cuentan con baos, noodles, arroz o pad thai.

El servicio, con alguna excepción, es algo parco en palabras y no demasiado agradable, aunque en nuestra opinión no debería eclipsar la experiencia de poder probar algunos ricos platos tradicionales asiáticos a unos precios muy moderados.