Sorprendente y estéticamente divertido local especializado en ofrecer comida italiana para vegetarianos (tal y como ellos enuncian: “Cocina italiana saludable cien por cien basada en plantas”).
Propuesta atrevida y complicada que, sin embargo, logra resultados bastante decentes (a pesar de que el queso vegetal no nos convenció) o incluso sobresalientes (impresionantemente buena la “Panacotta” con nata vegetal y leche de soja).
Cuentan con ensaladas, pastas y pizzas, entre las que probamos la “Hortelana” y la “Calzone”, ambas con buenas masas.
Además, existe la posibilidad de que la pizza se realice con “Carbón activo” lo que le da un punto dulce y un color negruzco curioso, aparte de los beneficios nutritivos.
En suma: servicio muy simpático y comprometido, local con decoración desenfadada y original, y una propuesta interesante para veganos o intolerantes al gluten.