LE BISTROMAN ATELIER | Alta cocina francesa clásica junto a Ópera

En el local que hace unos meses ocupaba “La Candela Restó” se ubica ahora un restaurante de alta cocina francesa clásica.

El proyecto lo dirigen el hostelero Miguel Ángel García Marinelli (creador de los conceptos de Tse Yang Villamagna, Café Saigón o El Bistroman de Marbella) y el chef Stephan del Rio (ambos de origen francés pero que llevan viviendo muchos años en España).

Junto a Hortensio, y desde nuestro punto de vista, se trata de uno de los mejores restaurantes franceses de la capital (aunque hemos de decir que seguimos prefiriendo el primero).

Restaurante Le Bistroman Atelier
“Aperitivos: embutido, encurtidos y mantequilla” y “Foie gras casero con guarnición de crema de limón y compota de albaricoque”

En “Le Bistroman Atelier”, con una sala muy elegante y cuidada (detalles especiales en la cubertería, las lámparas o algunos utensilios clásicos de la cocina francesa -la prensa, etc.-), ofrecen una cocina con salsas y fondos muy trabajados, y técnicas bien aplicadas.

En esta ocasión, les pedimos si nos podían hacer un menú para probar varios platos pero solo nos dieron la opción de hacer alguna media ración de alguno (lo que llevó a un precio final más alto del esperado, sobre todo con los vinos por copa cobrados a precio de oro -Champagne a 12,5€; tinto a 8,5€).

Se comienza con unos aperitivos a base de mantequilla y embutido; y seguimos con un entrante imprescindible: “Foie gras casero con guarnición de crema de limón y compota de albaricoque”. Espectaculares tanto el foie (con mucho sabor pero nada graso) como las guarniciones, que recomendamos pedir no retirar ya que pueden reutilizarse durante la comida.

Restaurante Le Bistroman Atelier
“Caracoles a la mantequilla de hierbas”, “Col rellena con pintada de Bresse y foie gras de pato” y “Magret de pato asado con miel de pino con melocotón caramelizado y puré de zanahoria y calabaza”

A continuación, unos “Espárragos blancos templados con holandesa de avellanas” con cocción en punto perfecto pero holandesa con un ligero sabor ácido que no acabó de convencernos.

Los “Caracoles a la mantequilla de hierbas” es otro clásico obligatorio servido, además, con el instrumental específico para comerlo sin mancharse las manos.

De pescado, no quisimos dejar de probar el famoso guiso “Salmonetes y cigalas en Bouillabaise”, junto a una especie de corteza y alioli que recomiendan mezclar en el propio caldo.

Entre las carnes: muy buena la “Col rellena con pintada de Bresse y foie gras de pato”, que nos sorprendió positivamente. Y algo más común, aunque bueno igualmente el “Magret de pato asado con miel de pino con melocotón caramelizado y puré de zanahoria y calabaza”.

Restaurante Le Bistroman Atelier
“Las fresas de Hugo” y “Petit fours”

De postre: “Las fresas de Hugo”. Sabores puros, untuosidad, frescura… un final sublime.

Lástima que el café que lo acompañó (Lavazza) no estaba, desde nuestro punto de vista, a la altura.

Por tanto, nos encontramos ante un restaurante francés clásico de nivel, magnífico representante de este tipo de cocina y en un local muy elegante. Precios severos, eso sí, sobre todo en la bebida.



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