HUERTA DE CARABAÑA (Tajuña) | Espacio único junto a su propia huerta con un menú vegetal

Huerta de Carabaña, con restaurante en la calle Jorge Juan, bistrot en la calle Lagasca y distintas sedes en los Cortes Inglés Gourmet, se ha reinventado durante el verano en un espacio efímero ubicado en su huerta, junto al río Tajuña.

El lugar es realmente encantador y muy especial. Al llegar, se puede pasear por su huerta, comprar fruta o verdura en la tienda que han montado, visitar su jardín o tomar el aperitivo en una zona habilitada para ello. La comida se realiza también en un espacio acondicionado al aire libre, con música jazz en directo durante la noche.

Huerta de Carabaña Tajuña
“Judías verdes, crema de puerro, manzana, coco y curry. Jamón ibérico Joselito” y tienda de Huerta de Carabaña

El menú cerrado (por 65€) comenzó con un aperitivo de unas buenas “Patatas bravas” y un excelente “Tatín de pimientos rojos asados con chips de ajo fino”. Continuamos con las “Variedades de tomate de la Huerta de Carabaña y su gazpacho”.

Curiosas las “Judías verdes, crema de puerro, manzana, coco y curry. Jamón ibérico Joselito”, y una lástima que en el siguiente plato: “Berenjena blanca asada, morada frita, vinagreta de ajo negro, yema de huevo y su puntilla”, acabase imperando la salsa sobre el resto.

Huerta de Carabaña Tajuña
Huerta, espacio habilitado para las comidas, “Tatín de pimientos rojos asados con chips de ajo fino” y tienda de Huerta de Carabaña

Huerta de Carabaña Tajuña
“Patatas bravas”, “Berenjena blanca asada, morada frita, vinagreta de ajo negro, yema de huevo y su puntilla” y “Cordero lechal raza Colmenareña asado al estilo Burduntzi, hojas de lechuga y salsa de yogurt y hierbas”

Absolutamente delicioso, sin embargo, su “Cordero lechal raza Colmenareña asado al estilo Burduntzi, hojas de lechuga y salsa de yogurt y hierbas.” Esta forma de asado tiene su origen en los primeros vascos que volvieron de la emigración a Argentina, y consiste en colocar el cordero abierto y ensartado en cruz sobre unas brasas.

Pre-postre fuera de menú con una tabla de quesos. Todos ellos de la zona de Campo Real, aunque no supieron decirnos de qué tipo de leche eran, ni acompañarlos de frutos secos o pan tostado (tal y como sí hicieron en las mesas contiguas).

Huerta de Carabaña Tajuña
“Tabla de quesos de Campo Real” y río Tajuña junto a la Huerta de Carabaña

Huerta de Carabaña Tajuña
Vinos por copas: Champagne Larmandier-Bernier “Latitude”, “Mandolás” de Oremus por Tempos Vega Sicilia (uva Furmint) y Valdepotros (de Huerta de Carabaña)

Y finalizamos con las “Fresas, moras e higos de la Huerta de Carabaña con arroz con leche”, postre en el que la fruta no acababa de armonizar con el dulce.

Huerta de Carabaña Tajuña
Detalle en la huerta y “Fresas, moras e higos de la Huerta de Carabaña con arroz con leche”

Servicio, el mismo de su restaurante en Madrid, algo distante y con ciertas fallos comparativos entre los distintos comensales.

En conjunto, eso sí, una experiencia bucólica y muy disfrutable.


Huerta de Carabaña Tajuña

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